lunes, 11 de marzo de 2013

Corta que corre... y las nuevas tecnologías.

Hoy me ha venido a la mente la imagen de mi madre riñéndome cuando pasaba más tiempo del que ella consideraba adecuado pegado al teléfono.

Yo tenía calculado que 4 minutos era el margen de tiempo que tenía hasta el primer toque de atención -vamoooosss hiiiijoooo- , tras poner cara de que me iba la vida en la llamada, poseía de otro minuto y medio más o menos. El segundo aviso -veeeengaaaa, que tengo que decirte todo 100 veces- era contrarrestado con una expresión de que la llamada iba a tocar a su fin, y pasado un minuto más llegaba el tercer y último aviso: -corta que corre-. Con este ya no había nada que hacer, te estabas jugando la llamada del día siguiente.

Claro que, como también dice mi madre, todo te cae encima (que viene a ser una expresión reducida del "cuidado con escupir hacia el cielo que luego el escupitajo tiende a regresar") y tras años de facturas de miles de pesetas llegó la Tarifa Plana en llamadas. Sólo hay una cosa en el mundo que se acerca a la afición de mi madre por el ahorro: hablar por teléfono. Y claro, una vez superada la barrera psicológica de la factura telefónica, se le abrieron las puertas del cielo (fuentes poco contrastadas me llegaron a asegurar que los hermanos de mamá habían estado presionando a los directivos de telefónica para que eliminasen esa tarifa en la que se incluía 10 horas de conversación interprovicial). Mi madre puso un cronómetro al lado del teléfono y apuntaba en una agenda los tiempos de cada llamada que hacía al día. En aquella época podríamos haber trabajado en unas olimpiadas perfectamente, seríamos de esos tipos raros cuyo único trabajo es cronometrar el tiempo que emplean los atletas en dar vueltas a un redondel (la palabra redondel me gusta, por cierto).

Con los orígenes de internet tuvimos serios problemas ya que no se podía hablar por teléfono a la vez que te conectabas (al menos en nuestra tarifa, que a buen seguro era la más económica del mercado). Y claro, si mi madre tenía conferencia con Valladolid y tratábamos de conectarnos para ver el correo electrónico, pues ni una cosa ni la otra.

En la actualidad me acuerdo de esto porque, de un modo u otro, el corta que corre era una herramienta de control paternal tanto en la duración como en el contenido de la llamada (porque esa es otra, sólo teníamos un teléfono en casa con un cable-muelle que no te daba para alejarte lo suficiente del salón donde estaban papá, mamá, mi hermanito y, de vez en cuando, alguna vecina del 6º) ha dejado de ser útil en la época del wifi, manos libres, el whatssup, el Skype... ¿y yo qué le voy a decir a Ana para que controle el gasto y ya de paso escuchar lo que dice?.

El corta que corre ya no tiene sentido en una sociedad donde el tiempo corre que corta.

14 comentarios:

  1. ¿Y nunca te pusieron el candado en la ruleta del teléfono? Eso si era contolar las llamadas salientes...

    http://otrosegos.blogspot.com/

    ResponderEliminar
  2. Lo del candado es para nota Oller, a eso nunca he llegado.

    Sin embargo me ponían polvos de talco en el suelo del dormitorio de mis padres para ver si entraba durante los fines de semana de soltero de los que pude disfrutar...

    ResponderEliminar
  3. Estás desatado con los polvos de talco, ya nos dirás que te dice tu madre cuando la veas

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Madre ha llamado (por teléfono) y ha negado la mayor. Dice que era padre quien restringía el tlf y que ella controlaba el agua caliente...otro dia hablaremos de esto.

      Eliminar
  4. Según estoy leyendo tu comentarío me recuerda a un episodio de "Cuéntame", pero te recuerdo que el tiempo que yo tenía estipulado como tope, eran 20 minutos .
    Ahora que ha pasado los años te diré que tenía pinchado el teléfonos los fines de semana y sobre las huellas de los polvos de talcos ya te daré el informe de los detectives.

    ResponderEliminar
  5. ¿Todo eso ocurría delante de mis narices? He sido en la vida un sordociego. ¿De cuántas más cosas tendré que enterarme?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Creo que deberíamos hacer un blog familiar con las ocurrencias que ha tenido la Nena a lo largo de su vida: dormir con pasamontañas y tres calcetines para ahorrar en calefacción, cortar el calentador para ahorrar en agua o guardar las sobras de la comida para que se las comiese el hijo pequeño, también llamado por la susodicha, en alguna ocasión, como "el estercolero" porque no le hacía ascos a nada.

      Un blog como ese nos sacaba de pobres y podríamos comprar el ansiado adosado en quinta linea de playa en Guardamar.

      Eliminar
    2. Sería Best Seller seguro

      Eliminar
    3. Has escogido un destino que mola un montón" GUARDAmar"pero creo que es más apropiado y más económico" GUARDAarroyo"...

      Eliminar
  6. Esto, más que blog, parece una reality show familiar. Como se entere Tele5, nos lo compra.

    ResponderEliminar
  7. Definitivamente me quiero quedar por tu blog, me encanta! pero...no veo cómo seguirte!!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ostras' muchísimas gracias por el halago! Pues puedes seguirme por facebook o twitter... o ponerme en tu blog roll, jeje ;)

      Eliminar