Ya lo decía mi madre: nadie da duros a 4 pesetas. Ana, de forma esporádica y aleatoria, empieza a hacerme caso cuando me enfado. Ayer mismo, durante una refirega post-baño, pegó un cachete a su mamá y cuando me acerqué a ver qué ocurría la puse una cara tan seria que sin mediar palabra empezó a llorar como una descosida... acabó por dar miles de besos a su mamá.
Dice Ele que el gen Alcolea trae de serie cierta parafernalia postural, y que en ocasiones la mirada de un Alcolea gana batallas sin tocar al adversario... será eso.
Aunque yo no tengo todas conmigo, si es cierto lo que decía mi madre, cuando Ana me hace caso no lo hará de forma gratuita...¿qué querrá a cambio?
De momento iré ahorrando dinero y energía por lo que pueda acontecer.
No te fíes de la genética. Ahorra y ama.
ResponderEliminarEstoy gratamente sorprendida de como recordáis mis letanias. Pero ahora que leo esta frase en el contexto de la educación de mi nieta, creo que estaba equivocada. Con el tiempo Ana te devolverá con creces la inversión en cariño y educacion.
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