Hola a todos,
soy Dani y tengo 2 años. Bueno casi, que los cumplo el 24 de Abril, pero mental
y físicamente soy un niño privilegiado.
Os escribo
porque desde ayer he puesto en práctica un experimento sociológico a la hora de
irme a dormir. Mi curva de actividad toma su máxima expresión a eso de las
21:15 de la noche, es cuando más ganas tengo de seguir aprendiendo, cuando
siento más curiosidad por el entorno que me rodea, cuando doy el 100% en lo que
a comunicación verbal se refiere... sin embargo mis padres han cogido la rutina
de llevarme a dormir a la cama. No hay manera, por mucho que me quejase,
patalease y lanzase mordiscos al aire, su postura era inflexible: es hora irse
al sobre.
A mi hermana
ya la han lobotomizado el cerebro y no pone pegas a eso de irse a acostar,
pobrecilla, ha sido aborregada por un sistema dictatorial y paternalista sin
oposición.
Sin embargo,
ayer puse en marcha una nueva forma de conducta tratando de rebelarme contra el
sistema: consiste en cerrar los ojos al 95% dejando una finísima línea de
visión y forzar una sonrisa grotesca. No os lo vais a creer, ¡conseguí
prolongar mi estancia en el mundo de la vigilia durante más de 15 minutos! Yo
creo que si lo perfecciono un poco más me tiro toda la noche sin dormir, ¡a lo
murciélago!.
Empiezo a
pensar que cuando me pongo así me vuelvo invisible y por eso mis padres no me
mandan a la cama. Sólo tiene un problema: para poner esa cara de estreñido
consumo un alto poder energético y me entran ganas de hacer caca. Y como se me
escape un pedete pierdo la concentración, me río y vuelvo a ser visible.
Si alguno de
vosotros tiene un sistema infalible para evitar ir a la cama que me lo indiquen
en los comentarios, que mis padres no los leen y yo voy a estar pendiente.
Un beso con
babas, el niño Tractor.